martes, 9 de agosto de 2016
TU ME IGNORAS
Cada día me ignoras.
Paso por delante de ti y me rechazas.
Te miro, te admiro, te hablo, te alago... y me desdeñas.
Te nutro, te hidrato, y tu... y tu me desechas.
Me introduzco en tus pupilas que miran más allá de mi, busco algo en ti en que poder aferrarme para ganarte la batalla. Pero no veo más que tinieblas y la sombra de lo que fuiste. Y te grito desde dentro con todo mi ser y tu, tu... me desoyes.
Y cuando decides actuar. Cuando por fin tus ojos me miran, soy transparente, no me ves. Y prescindes de mi.
Caminas despacio como solo los de tu calaña saben hacer, con chulería, y garbo, y me atraviesas.
Y yo, ignorado por ti, e ignorante que soy, sigo mi camino solo. Pero olvidándote a cada paso que me aleja de ti.
Y te ignoro... hasta mañana que volveré a verte y tu volverás a ignorarme.
Es nuestro juego.
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