jueves, 30 de marzo de 2017

POESÍA





Hace unos días que fue el día de la poesía y no he escrito nada al respecto.
Será que lo único que tengo de poeta es que a veces me dejo abierta la bragueta.
O será que como no tengo la poesía como amiga en Facebook no me avisó que era su cumpleaños.


Hay quien adiestra las palabras con un lápiz y a modo de látigo las pone firmes, las hace pasar por aros de fuego, las pone a bailar y las transforma en canciones sin música.
Yo en cambio tengo que atraparlas, porque huyen de mi en un intento de salvación desesperada, y solo logro tejer una caótica tela de araña borracha. 

Soy como el Homer Simpson albañil de barbacoas pero metido a escritor.
Me siento una pequeña hormiguita mirando hacia arriba intentando averiguar como escalar unas gigantescas letras en donde en vez de "Hollywood" forman la palabra "ESCRITOR".
Y me siento pequeño, y sigo leyendo a otros, intentando aprender algo, pero lo único que consigo es hacer crecer mi desesperación, y mi envidia (sana). 

Y lo intento. Lo juro por imperativo legal. Pero no hay manera.
Quizás sea el choque entre mi maldito yo perfeccionista y mi yo polifacético que acabo haciendo poco y mal.
Quizás tendría que parar un poco mi tren. Apretar un poco el freno antes que salte el radar y me caiga una multa por exceso de errores repetitivos.

A veces paro unos segundos, solo unos, lo pienso y recuerdo esas novelas nunca escritas, no por falta de ideas si no por no saber plasmarlas en el papel, y en esos dibujos inacabados porque un día mi talento se fue a tomar por... vacaciones y no ha vuelto.

Aún así, con mis pocos aciertos y mis muchos errores seguiré intentándolo. Seguiré escribiendo"CosasQueHacerAntesDe..." y tal vez algún día las haga. Aunque sea regular. Solo por tachármelo de la cabeza.

Sí, hace unos días fue el día de la poesía pero el único poema que soy capaz de escribir es con mi cámara.


Ya lo dijo algún sabio, "una imagen vale más que mil palabras"



jueves, 2 de marzo de 2017

HOY NO QUIERO HABLAR DE MI.


Hoy no quiero hablar de mi, que ando perdido en este mundo del que no puedo salir. 
Con frágiles grilletes invisibles que cada vez me aprietan más y no consigo romper ni abrir.
Con muros de papel film transparentes imposibles de quebrar.
Con aire que me llena los pulmones y me ahoga, me paraliza y no me deja respirar.
Con el corazón que a veces me late desbocado sin ninguna explicación... aunque yo se que la hay.
Con mi pesimismo creciendo, comiéndose a bocados mi pobre optimismo.


Ni hablaré de él. 

Ese ser que nunca podré ser. 
Ése que me habla al oído todos los días. 
Ése que me tienta, que se esconde entre los pliegues de mi cerebro, y busca mis neuronas para manipularlas a su antojo. Ése que desde otra dimensión está unido a mi por un fino pero irrompible hilo de plata, del que cada vez tira más fuerte... y más fuerte.

Ni hablaré de ellos, los seres invisibles que me rodean. 
Los que no veo ni siento ni creo, pero que dicen que están ahí.

Hoy no quiero hablar de mi. 

Hoy, como cada día, daré la cara, la mejor cara que puedo dar. 
La que veo en el espejo. 
La que plasma mi cámara. 
La que quiere ver el mundo.
La otra... la otra quedará dentro, escondida donde siempre ha estado, donde debe estar.


No. No me lo pidáis por favor. 

Hoy no quiero hablar de mi.