lunes, 30 de mayo de 2016

UN SUEÑO


        

  Parecía un sueño. No paraba de pellizcarse para asegurarse de
 que estaba despierto.
El día era perfecto. Los invitados expectantes. El esmoquin le
 quedaba como un pincel.
Y llegó ella. Estaba más hermosa que nunca. Su pelo sedoso. Su
 sonrisa que lo iluminaba todo. Una larga cola tras ella sostenida
 por unos niños que parecían ángeles. La gente aplaudiendo...
Y la guinda para el momento final de la ceremonia, el coche. Un
 Roll Royce. Su preferido.
Todo perfecto como en un sueño. Se volvió a pellizcar y cuando
 se miró la mano vio que tenía sangre. Su sangre.
Su sueño se había convertido en pesadilla.
Se había torturado el brazo de tal forma que había llegado a
 lacerarse la piel.
Y con cada jirón de su piel se desprendía una parte de sus
 sueño. Una parte de él.
Su verdadera tortura acababa de empezar en el momento en
 que salieron de la iglesia y una lluvia de arroz y pétalos de
 rosas los envolvió.
¡No debería haber ido! ¡¡No debería haber ido!! Se repetía,
 escondido tras un árbol, viéndola a ella tan hermosa, tan
 radiante, cogida del brazo de su marido.
No, no debería haber ido.

domingo, 29 de mayo de 2016

¿Existe Dios? ¿Existe un dios?



¿Existe Dios?
¿Existe un dios?
Al principio Dios creó el cielo y la tierra...
El día y la noche... El firmamento... El mar... Los vegetales, hierbas y árboles... El sol y la luna... Los peces y las aves... El ganado, reptiles y animales... Y creó al hombre a su imagen, los creó varón y mujer....
Y después, al séptimo día descansó.
¿Y el octavo día?
Tal vez el octavo día aún no a llegado porque los "días" de Dios no son los "días" de los hombres.
Tal vez el octavo día pasó ya hace miles de años, pero Dios vio que los humanos no tenemos remedio y nos ha dado por perdidos.
Tal vez Dios ni siquiera se acuerda de nosotros. Somos el juguete olvidado de un niño rico que lo tiene todo y que se entretiene más con algo simple, como un cometa o una lluvia de estrellas que con los millones de especies animales que pueblan la tierra.
O tal vez, en el peor de los casos, está sentado en un casino rodeado de estrellas, con un cubata en una mano jugándose a los dados nuestro futuro.
¿Existe Dios?
A veces prefiero pensar que no existe para no tener que culparle de todos nuestros problemas.

viernes, 27 de mayo de 2016

INSIGNIFICANTE



Caminaba cabizbajo bajo el grandioso pasaje de la plaza de San Pedro.
Entre las robustas columnas podía ver la inmensa plaza.
Hacía calor, pero allí en la sombra la temperatura era agradable.
Si no hubiera habido gente se habría abrazado a una de las columnas y habría puesto su cara pegada a la fría piedra.
Los turistas lo rodeaban, pero él se sentía solo. Solo allí debajo del pasaje, entre la columnata que sostenía una balaustrada con las figuras de ciento cuarenta santos.
Se sentía pequeño, insignificante.
Y se preguntaba si existía alguien en el universo que supiera de su existencia. ¿Podía haber un ser superior que se preocupara por lo que le podía ocurrir a él, ese insignificante ser? ¿Se preocupa un hombre por lo que le ocurre a una minúscula hormiga?

Y abrazó a la columna.


jueves, 26 de mayo de 2016

EL CONTRABAJO






          Abrazar su cuerpo como si fuera un contrabajo. Poner cada dedo en una de sus cuerdas. Tu cara pegada a la suya como si fuera la voluta del clavijero. Ir girando suavemente las clavijas de afinación con una mano mientras los dedos de la otra tocan ligeramente las delgadas cuerdas que recorren su cuerpo pasando por el puente de su hombligo hasta el cordal.
Suave, siempre muy suave ir tocando las notas musicales, hasta que esté bien afinado.
Y luego comenzar una melodía que empieza lenta y que poco a poco coge cuerpo. Cada vez más rápida, cada vez más notas por segundo, cada vez los dedos moviéndose más rápidos por el mástil desde el diapasón a la caja de resonancia.
Y tu cuerpo y el suyo se convierten en uno, como el contrabajista y el contrabajo que se fusionan en un solo instrumento musical.
Con los ojos cerrados vas siguiendo en orden metódico las notas de una partitura imaginaria. Una partitura sin límites ni restricciones. Donde cualquier improvisación o nota nueva e inesperada hará que el contrabajo emita un nuevo y excitante sonido. Hasta que llegas al éxtasis con el inconfundible sonido de los aplausos del público en pié.



martes, 24 de mayo de 2016

EL RETO DE LA PÁGINA EN BLANCO..





Tantas historias, tantos lugares y personajes que desean salir de mi cabeza pero que no pueden porque se empujan los unos a los otros. Y cuando logran salir, recorren mi brazo hasta llegar a la mano. El camino se hace cada vez más estrecho. Llegan a mis dedos ya casi en fila india. Y ya al final de la etapa, la más difícil, la mas estrecha, en la punta del lápiz, se forma un tapón y la mina queda suspendida en el aire a poquísimos milímetros de la hoja en blanco. Y en cuenta gotas, como si fuera tinta de una pluma y no un portaminas, escribo las palabras que mi mente expulsó. Palabras que escribo a lápiz porque antes de que se den cuenta que están vivas, las cancelo con mi goma de borrar. Y vuelvo a empezar.
A veces, la inspiración no se deja caer entre mis dedos amarrados al lápiz, o simplemente la inspiración está muerta. Tal vez, la inspiración juega con nosotros, y se regocija viendo nuestra desesperación delante a una hoja en blanco, y un montón de pelotas de papel llenas de palabras sin sentido.
Maldita Inspiración!!!
Ojalá tuviera un desfibrilador para hacerte revivir.