jueves, 23 de junio de 2016

INVISIBLE




Era uno de esos días.
Uno de los malos.
Uno de esos que le costaba levantarse.
No quería salir a la calle.
No le apetecía ver a nadie.
No tenía ganas de fingir alegría, pero tampoco quería que nadie notara nada.
Le faltaban las fuerzas para soportar la rutina diaria.
Solo podía pensar en una cosa. Una cosa imposible. Un deseo que ni todo el oro del mundo lograría hacer realidad. Un pensamiento que esos días malos crecía en su mente a medida que pasaban las horas. Algo que nunca sucedía y que al finalizar la dura jornada, ya había olvidado.

Esos días terribles, desesperantes, solo pensaba en una cosa: ser invisible




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