Era la luz que iluminaba su camino en este oscuro mundo. Sin él estaba perdida. Era las vigas que la mantenían de pié, sujetando las paredes de su cuerpo y las ventanas de su alma. Y ahora él ya no estaba.
Allí sola debajo de esa gran estructura de hormigón, acero, hierro y cristal se miró reflejada en sus grandes ventanales, y vio que no estaba sola. Detrás estaban todos los suyos, y se dio cuenta de que ahora ella era la viga que sujetaba a los demás.
Y pensó: "Ya no me pregunto si habrá alguien sujetando la red, preparado para ayudar"
(NON MI DOMANDO PIÙ SE CI SARÀ QUALCUNO A TENDERE LA RETE, PRONTO A SOCCORRERE)
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