miércoles, 22 de junio de 2016

NON MI DOMANDO PIÙ SE CI SARÀ QUALCUNO A TENDERE LA RETE, PRONTO A SOCCORRERE




Era su punto de apoyo. Todo dependía de él. Era el aire que hinchaban sus pulmones, la sangre que corría por sus venas a cada latido de su corazón, el alimento que digería su estómago.
Era la luz que iluminaba su camino en este oscuro mundo. Sin él estaba perdida. Era las vigas que la mantenían de pié, sujetando las paredes de su cuerpo y las ventanas de su alma. Y ahora él ya no estaba.
Allí sola debajo de esa gran estructura de hormigón, acero, hierro y cristal se miró reflejada en sus grandes ventanales, y vio que no estaba sola. Detrás estaban todos los suyos, y se dio cuenta de que ahora ella era la viga que sujetaba a los demás.
Y pensó: "Ya no me pregunto si habrá alguien sujetando la red, preparado para ayudar"

(NON MI DOMANDO PIÙ SE CI SARÀ QUALCUNO A TENDERE LA RETE, PRONTO A SOCCORRERE)

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