No,
hoy no esperéis de mi una nueva historia.
Hoy
no cruzaremos una puerta estelar ni atravesaremos un agujero de
gusano que nos lleve más allá de Orión.
No
saltaremos en el tiempo para conocer otro momento de la historia.
Ni
usaremos el gran acelerador de hadrones para abrir una puerta a otra
fascinante dimensión.
Hoy
no jugaré a ser Dios ni tentaré al diablo.
No
esperéis un "amor para siempre" ni un "amor
resquebrajado"
Hoy
ningún personaje imaginario será plasmado con mis pobres palabras.
Tendrán que esperar sentados en el centro del encéfalo de mi
cerebro.
Hoy
mis dedos se niegan a escribir, mis ojos no me quieren ni ver, y mi
cabeza suena a hueco cuando la golpeo.
Hoy
estoy así, quieto, sin moverme, dejando que el viento mueva mis
ramas haciendo bailar las hojas al ritmo de su ulular.
Hoy
dejo escapar los pájaros de mi cabeza y los libero para que
revoloteen a mi alrededor y construyan nuevos nidos más allá de mis
fronteras.
Hoy
le he dado el día libre a la inspiración.
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